El 8 de noviembre de 2007, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 15 de septiembre como el Día Internacional de la Democracia, con el propósito de fomentar la importancia de este sistema en la vida de las naciones. La primera celebración tuvo lugar al año siguiente, en 2008. La elección de esta fecha se remonta al 15 de septiembre de 1997, cuando la Unión Interparlamentaria adoptó la Declaración Universal de Democracia, un documento clave en la promoción de los principios democráticos a nivel global. Esta declaración fue resultado de las Conferencias Internacionales sobre Democracias Nuevas y Restauradas, que iniciaron en 1988 por iniciativa de la entonces presidenta filipina Corazón Aquino.
Aquino fue una figura central en la lucha por la democracia en su país, al ser elegida presidenta tras la llamada Revolución Pacífica del Poder del Pueblo de 1986, que puso fin a más de 20 años de dictadura de Ferdinand Marcos. Su triunfo se convirtió en un símbolo mundial de la capacidad del pueblo para restaurar y defender la democracia. Su liderazgo en Filipinas no solo inspiró a su nación, sino también a los movimientos democráticos en todo el mundo.
Al finalizar la sexta Conferencia Internacional sobre Democracias Nuevas y Restauradas en Qatar, el consejo asesor del país anfitrión decidió proponer la creación de un día internacional dedicado a la democracia. Así, se redactó un borrador de la resolución que más tarde sería adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, estableciendo este día como una oportunidad para reflexionar sobre los valores democráticos.
La democracia es, sin duda, un valor universal. Sin embargo, no existe un único modelo de democracia, lo que da lugar a una gran diversidad de interpretaciones y formas de gobierno que, a pesar de sus diferencias, comparten principios y valores comunes. Esta amplitud conceptual, que permite la adaptación de la democracia a diferentes contextos culturales y políticos, también plantea desafíos.
Es por ello que la consolidación de una cultura democrática es esencial. Fomentar la participación ciudadana, garantizar el respeto a los derechos humanos y fortalecer las instituciones democráticas son tareas fundamentales para asegurar que la democracia se mantenga como un pilar de libertad y justicia. Además, este día nos invita a reflexionar sobre nuestros deberes como ciudadanos y a comprender mejor los derechos que nos asisten dentro de una sociedad democrática.
En un mundo en constante cambio, donde las tensiones políticas y sociales pueden poner a prueba la estabilidad democrática, este día sirve como un recordatorio de la importancia de la democracia como medio para alcanzar un equilibrio entre el poder y la voz del pueblo.
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