El presidente Gabriel Boric ha aceptado la renuncia del ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, quien ha sido su compañero político y amigo desde sus días como dirigentes universitarios en 2011. La renuncia se da en medio de una acusación constitucional presentada por la oposición en el Congreso, liderada por el Partido Republicano de extrema derecha, y con apoyo de la derecha tradicional. Jackson ha enfrentado dificultades en el Parlamento debido a esta acusación y su posición se ha debilitado en comparación con eventos anteriores.
Jackson, líder y fundador del partido Revolución Democrática (RD), se había desempeñado como ministro de la Secretaría General de la Presidencia y había tenido una gestión complicada en el Congreso debido a enemistades previas en su carrera política. Su renuncia se produce en medio de la crisis del caso Convenios, que involucra transferencias de recursos estatales a fundaciones ligadas al oficialismo. Esto ha afectado tanto al partido RD como a la coalición Frente Amplio, de la que forma parte.
A pesar del respaldo del Gabinete en las últimas semanas, Jackson ha decidido dar un paso al costado para permitir avances en protección social y mejorar las pensiones de los ciudadanos mayores. La salida de Jackson ha sido presionada por diversos actores, incluyendo partidos de la oposición, líderes empresariales y miembros del propio Gobierno.
La renuncia de Jackson es un duro golpe para el presidente Boric, ya que no solo era su principal aliado político, sino también un amigo cercano con quien compartió una historia política desde sus días como dirigentes estudiantiles hasta llegar a la presidencia en marzo de 2022.
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