Cada 23 de junio se celebra la Noche de San Juan, en honor al nacimiento de San Juan Bautista. La fiesta comienza a medianoche y mezcla tradiciones cristianas y paganas.
En la Biblia, esta es la fecha del nacimiento de San Juan Bautista. Antiguas culturas, como los Celtas, pensaban que esta noche era ideal para ahuyentar malos espíritus.
Las hogueras son una tradición importante. Saltar sobre el fuego pidiendo un deseo asegura que se cumpla. También es común saltar las olas en la playa a medianoche, o darse un baño en el mar para purificarse.
Para mejorar la felicidad de la pareja, se quema un mechón de pelo en la hoguera. Escribir en un papel lo que no se quiere y quemarlo ayuda a dejar atrás lo negativo. Para pedir un deseo, se puede lanzar un papel al fuego o usar un huevo en un vaso de agua, que se deja toda la noche y se entierra al día siguiente.
Encender velas rojas atrae la pasión y escribir el nombre de una persona en un papel, quemándolo con dos velas, puede atraer el amor. Lavarse la cara a medianoche con agua de mar o agua con hierbas asegura salud y belleza.
Plantar una semilla con un propósito escrito o frotarse con laurel y luego quemarlo elimina energías negativas. Para atraer dinero, se llena una bolsita con monedas, un billete, un cascabel y un imán, se cose y se guarda en casa.
Si la noche es larga, mojarse con rocío trae buena suerte. Dormir con tres papas bajo la almohada también predice el futuro: una papa entera indica buena fortuna, medio pelada significa altibajos y pelada, mala suerte.
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