La Ley 21.643, conocida como Ley Karin, nace de una profunda necesidad de abordar el acoso y la violencia en el entorno laboral en Chile. Esta ley, que lleva el nombre de Karin Salgado, una funcionaria pública de la salud que se quitó la vida en 2019 debido al acoso laboral, busca establecer un marco legal claro para prevenir y sancionar estas conductas.
Un Problema Sistémico
La historia de Karin no es un caso aislado, sino un reflejo de problemas más amplios en nuestra sociedad. El acoso laboral, el acoso sexual y la violencia en el trabajo son manifestaciones de una cultura que, en muchas ocasiones, ha tolerado el abuso de poder y la falta de respeto hacia los trabajadores. Esta cultura no solo afecta la salud mental y física de las personas, sino que también erosiona la confianza en las instituciones y en el sistema de justicia.
La Responsabilidad de los Empleadores
Uno de los pilares de la Ley Karin es la responsabilidad que otorga a los empleadores para prevenir y actuar ante situaciones de acoso y violencia. Esto incluye la creación de protocolos de prevención, la capacitación de los trabajadores y la implementación de medidas de protección. Sin embargo, la eficacia de estas medidas depende de un compromiso real por parte de las empresas y organizaciones. No basta con tener protocolos en papel; es fundamental que se apliquen y se respeten en la práctica diaria.
La Importancia de la Educación y la Sensibilización.
Para cambiar una cultura de acoso y violencia, es esencial la educación y la sensibilización. Esto no solo implica informar a los trabajadores sobre sus derechos y los procedimientos para denunciar, sino también fomentar un ambiente de respeto y apoyo mutuo. Las capacitaciones periódicas y las campañas de sensibilización pueden jugar un rol crucial en este proceso.
La Vigilancia y el Cumplimiento
La Ley Karin establece que la Contraloría General de la República y otros organismos tendrán un rol importante en la fiscalización y el cumplimiento de la normativa. Sin embargo, la vigilancia también debe venir desde dentro de las organizaciones. Los propios trabajadores deben sentirse empoderados para denunciar y exigir un ambiente laboral seguro y respetuoso.
La Esperanza de un Cambio Real
La promulgación de la Ley Karin es un paso significativo hacia la erradicación del acoso y la violencia en el trabajo, pero su éxito dependerá de la voluntad colectiva de cambiar. Como sociedad, debemos reconocer que todos tenemos un rol que jugar en la construcción de ambientes laborales saludables y dignos. Solo a través de un esfuerzo conjunto podremos honrar la memoria de Karin Salgado y de todas las víctimas de acoso laboral, asegurando que sus sufrimientos no hayan sido en vano.
La Ley Karin nos ofrece una oportunidad única para reflexionar sobre nuestros valores y comportamientos como sociedad, y para trabajar juntos en la creación de un futuro más justo y respetuoso para todos.
Comments